Este pastel de fresas es pura magia, un solo bocado y nos hizo recordar nuestra infancia cuando comíamos tarta de rosas para nuestros cumpleaños, cuando éramos unos niños.
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No solo estaba fresco y lleno de sabor a fresa, sino que además era tan esponjoso y dulce que cada bocado se sentía como una explosión de sabor en la boca. Hablamos de arco iris, unicornios y felicidad en un plato.
Ingredientes
- 300 ml de puré de fresa (200 g de fresas trituradas hasta que quede suave)
- 60 ml de aceite de aguacate (u otro aceite neutro)
- 135 g de azúcar de caña orgánica
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
- 250 g de harina de almendras
- 120 g de fécula de patata * (no harina de patata)
- 65 g de maicena
- 2 cucharaditas de levadura en polvo
- 1/2 cucharadita de sal marina
Elaboración
- Precalentar el horno a 175 grados y forrar una bandeja para hornear con papel para horno
- En un bol grande, mezclar el puré de fresas, el aceite, el azúcar y el extracto de vainilla.
- Añadir la harina de almendras, la fécula de patata, la maicena, la levadura en polvo y la sal a los ingredientes húmedos y remover hasta que estén bien combinados y no haya grumos. La textura debe ser espesa, como una masa de tortilla.
- Vierta la masa en el molde preparado, extiéndala en una capa uniforme y hornee en la rejilla del medio durante 25-30 minutos, o hasta que un palillo insertado en el centro salga limpio. El centro del pastel debe estar firme pero elástico al tacto y los bordes deben estar ligeramente dorados.
- Deje que el pastel se enfríe en los moldes durante 10 minutos y, a continuación, colóquelo con cuidado en una rejilla para enfriar.
- Es mejor consumirlo el primer día, pero puede conservarse tapado a temperatura ambiente hasta 3 días. Congelar hasta 1 mes (luego descongelar a temperatura ambiente).
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